La Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) se encuentra evaluando la posibilidad de presentar un amparo en contra de las nuevas disposiciones emitidas por el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencia y Tecnología (Conahcyt), debido a que estas no fueron comunicadas en tiempo y forma, afectando la solicitud de becas para estudiantes de posgrado.
Las recientes regulaciones del Conahcyt han puesto en riesgo el acceso a apoyos para los 350 alumnos inscritos en los 12 programas de posgrado de la institución.
«Estamos considerando la opción de presentar un amparo, en términos de tomar en cuenta la fecha de inicio. Inicialmente, estábamos considerando la fecha de un correo electrónico que recibimos con la información, pero finalmente decidimos tomar en cuenta la fecha de publicación de las directrices federales», explicó la rectora de la UAQ, Teresa García Gasca.
El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador anunció una reducción en las becas de posgrado otorgadas por el Conahcyt, después de reevaluar los criterios para su asignación.
García Gasca aclaró que, aunque el plazo para presentar el amparo concluye el 5 de septiembre, se esperará hasta después de una reunión con representantes de la Dirección Regional Centro del Conahcyt en la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) para tomar una decisión.
La modificación en los criterios para el financiamiento de programas de posgrado por parte del Conahcyt ha dejado en una situación vulnerable a las universidades y a los alumnos, quienes se han enterado de que podrían perder su respaldo económico.
«Las convocatorias fueron lanzadas antes de que se emitieran los lineamientos, y en ellas se mencionaba que había disponibilidad de becas. Contamos con estudiantes que se trasladaron desde otros lugares, incluso desde el extranjero, y ahora nos encontramos en una situación difícil al no tener garantizada la beca. Esto presenta un problema considerable. Debemos revisar estos aspectos a fondo», manifestó.
La Dra. García Gasca subrayó que alrededor de 70 programas académicos se ven afectados por estos cambios.
«Estamos hablando de alrededor de 60 maestrías y doctorados, y cerca de seis especialidades. De estas últimas, dos son especialidades generales y las restantes son especialidades médicas. En total, estamos hablando de unos 70 programas y cerca de 350 estudiantes nuevos», detalló.
Un ejemplo de programa perjudicado es la maestría y doctorado en alimentos, que anteriormente tenía proyección internacional pero, bajo los nuevos lineamientos, se les ha relegado como no prioritarios.
«Nos preguntamos: ‘¿Acaso la producción de alimentos, la nutrición, los alimentos saludables y las enfermedades crónicas derivadas de la alimentación no son prioritarios?’ Debemos justificar estas cuestiones. En este momento, tenemos 12 programas clasificados como no prioritarios y 10 programas que no cumplen con los criterios del Conahcyt», concluyó.
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