El piloto mexicano Sergio «Checo» Pérez, de Red Bull, enfrentó un complicado Sprint en el Gran Premio de Qatar, finalizando en la última posición. Tras la carrera, Pérez expresó su frustración, señalando problemas con el balance del auto como principal causa de su bajo rendimiento.
«Quería abrir un espacio para ir en aire limpio el mayor tiempo posible, pero nos quedamos ahí casi cinco minutos sin temperatura en los neumáticos. Eso era clave para encontrar el auto y ver dónde estamos, pero tenemos una desconexión en el balance que nos está costando mucho», comentó Pérez.
El tapatío también detalló los problemas específicos del monoplaza, resaltando que la falta de estabilidad y el desequilibrio aerodinámico complicaron su desempeño. «Queremos mucha estabilidad en entrada de curva, pero en las rápidas no tenemos nada de tren delantero. Estamos en uno de los circuitos con mayor carga del año y hemos quitado casi todo el alerón delantero; hay algo que no encontramos y tenemos una desconexión grande», afirmó.
Pérez, quien ha enfrentado una temporada irregular, reconoció que los ajustes realizados hasta ahora no han rendido frutos y que el equipo necesita hacer cambios significativos para el resto del fin de semana. Su enfoque ahora está en encontrar ritmo y mejorar su rendimiento en las clasificaciones de esta misma jornada.
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