Andrés Guardado, el eterno capitán del Tricolor, se despidió este jueves de las canchas, poniendo fin a una carrera de 19 años llena de gloria, sacrificio y amor al futbol. En una transmisión en vivo desde el Nou Camp de León, Guardado, con el corazón en la mano y sin un guion preparado, compartió con sus seguidores la decisión que había madurado en el último mes: «Voy a dejar de ser jugador profesional. No tengo nada preparado, la verdad. Simplemente, quiero que me salgan las palabras del corazón».
Guardado, quien ostenta el récord de más partidos jugados con la Selección Mexicana y quien ha representado a su país en cinco Copas del Mundo, eligió León para cerrar un ciclo que comenzó en el Atlas y que lo llevó a brillar en ligas extranjeras, vistiendo las camisetas de equipos como Deportivo La Coruña, Valencia, Bayer Leverkusen, PSV y Betis. Con cada palabra, el «Principito» agradeció a todos los que fueron parte de su travesía, desde sus padres, su hermano Alex y su hermana Ceci, hasta los amigos que compartieron sus sacrificios y sus momentos de gloria.
Andrés Guardado mencionó especialmente a Jesús Martínez y al cuerpo técnico del León, reconociendo que, aunque las cosas no salieron como se esperaban, se va con el corazón lleno de orgullo y satisfacción por haber tenido la oportunidad de retirarse en su país, cerca de su gente. «Me voy agradecido, muy orgulloso de todo lo que pude conseguir, de haber cumplido mi sueño y haberlo sobrepasado de todo lo que uno sueña cuando es niño», expresó emocionado.
Guardado cerró su mensaje con un emotivo «Gracias, futbol. Hasta luego», dejando claro que, aunque cuelgue los botines, su corazón seguirá latiendo por el deporte que amó toda su vida. Este domingo, si León no avanza al Play-In, será su último partido como profesional, un momento que marcará el fin de una era y el comienzo de un legado eterno para el futbol mexicano.