Inversiones de 220 MDP para la Renivelación del Tramo Elevado de la Línea 9 del Metro CDMX en Noviembre

El Gobierno de la Ciudad de México ha anunciado planes para llevar a cabo la renivelación del tramo elevado de la Línea 9 del Metro, con una inversión estimada de 220 millones de pesos. Las obras se iniciarán en noviembre de este año, y se verá afectado el servicio con el cierre de tres estaciones, incluyendo Pantitlán.

Martí Batres, Jefe de Gobierno, compartió detalles del proyecto durante una conferencia de prensa. Explicó que las obras en la Línea 9 comenzarán después de que se haya completado la modernización de un tramo de la Línea 1, que actualmente está en proceso.

El Secretario de Obras y Servicios capitalino, Jesús Antonio Esteva Medina, describió el plan, mencionando que se desmontarán las trabes como la solución más eficiente después de analizar varias alternativas. Esta acción permitirá reconfigurar la posición original de las estructuras, restaurando así el nivel de servicio y funcionalidad que tenía la Línea.

Se ha observado un hundimiento natural en una de las losas de la Línea 9, con un desplazamiento de aproximadamente 80 centímetros. Para recuperar las capacidades originales de la línea, es imperativo realizar estas acciones de renivelación.

Aunque la Línea 9 actualmente opera de manera segura, su velocidad es más baja en comparación con la velocidad originalmente prevista. Además, se informó que las estructuras metálicas recientemente colocadas en la línea, que representaron una inversión de 30 millones de pesos, deberán retirarse como parte de este proyecto.

Se prevé que los trabajos comiencen en noviembre de 2023 y podrían tener una duración de aproximadamente cinco meses, lo que permitiría la reapertura de la Línea entre marzo y abril de 2024. La convocatoria para la licitación de las obras de la Línea 9 se hará pública el próximo 21 de septiembre.

No hay prisa por reparar tramo elevado de la Línea 9 del Metro, asegura el director

El Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro ha reconocido que las medidas temporales tomadas, como los «parches», en la Línea 9 no son suficientes para abordar los problemas estructurales. Si bien se reconoce la necesidad de arreglar el tramo elevado, el director del Metro, Guillermo Calderón, ha afirmado que no se apresurarán en el proceso. Desde septiembre del año pasado, se contrató a la empresa Construcciones ICI para buscar soluciones a los daños estructurales.

Calderón ha explicado que, aunque existe un proyecto ejecutivo por el cual se invirtieron 40 millones de pesos, están explorando otras alternativas desde hace ocho meses para abordar el problema en el tramo elevado de la Línea 9, que ha sufrido un hundimiento de 80 centímetros desde su construcción, lo que ha provocado desplazamientos en las trabes y obligado a reducir la velocidad de los trenes.

El director del Metro ha destacado que no existe una urgencia inmediata para llevar a cabo estos arreglos. La prioridad en este momento es la reapertura de la Línea 1 y la Línea 12, ya que muchos usuarios de la Línea 1 han migrado a la Línea 9 durante su cierre.

A pesar de que existe un proyecto ejecutivo, Calderón ha indicado que están evaluando múltiples opciones para abordar la problemática. El tramo elevado requerirá intervención y cierre temporal para llevar a cabo las reparaciones necesarias. Sin embargo, el gobierno de la Ciudad de México está esperando a que finalicen las obras de remodelación en la Línea 1 y la reconstrucción de la Línea 12 antes de abordar el proceso en la Línea 9.

Calderón ha asegurado que tanto la estructura como la operación de los trenes en la Línea 9 son actualmente seguras. Durante una conferencia de prensa, en compañía del secretario de Movilidad de la Ciudad de México, Andrés Lajous, y el director del Instituto para la Seguridad de las Construcciones, Renato Berrón, el director del Metro ha informado que están analizando diversas opciones además del proyecto ejecutivo a cargo de Construcciones ICI para garantizar una solución efectiva.

Aunque se ha reforzado la estructura con tensores que algunos usuarios han llamado «parches», Calderón ha admitido que para prevenir riesgos, la velocidad de los trenes se ha reducido a 15 kilómetros por hora, en comparación con los 30 o 40 kilómetros por hora en condiciones normales.