La Organización Mundial del Comercio (OMC) ha revisado sus previsiones para el comercio global de mercancías en 2023 y estima que el crecimiento será de solo un 0.8%. Esto representa una fuerte desaceleración en comparación con el crecimiento del 2.7% registrado en 2022. Esta revisión a la baja se atribuye a varios factores, incluida la persistente inflación y las políticas monetarias restrictivas implementadas en Estados Unidos y la Unión Europea.
La OMC señala que factores como los efectos continuos de la guerra en Ucrania y los problemas en el sector inmobiliario de China también han contribuido a esta desaceleración del comercio global de mercancías.
Aunque la OMC espera que en 2024 el comercio global de mercancías experimente un crecimiento del 3.3%, impulsado por un aumento «lento pero constante» en el producto interno bruto (PIB) mundial, la perspectiva para 2023 es más sombría.
La directora general de la OMC, Ngozi Okonjo-Iweala, instó a los miembros de la organización a fortalecer el marco multilateral de comercio y evitar el proteccionismo para construir una economía mundial más resiliente. El economista jefe de la OMC, Ralph Ossa, destacó que, aunque las tensiones geopolíticas han provocado signos iniciales de fragmentación en la cadena global de suministros, aún no se ha producido una desglobalización a gran escala.
El informe de la OMC no aborda el comercio de servicios, pero sugiere que también se espera una moderación en su crecimiento después del fuerte repunte registrado en sectores como el transporte y los viajes el año pasado.