Violencia y desplazamiento forzado en la frontera sur de México: Cárteles en disputa por el control de Chiapas

La frontera sur de México se ha convertido en un escenario de guerra en los últimos dos años, marcado por una intensa lucha entre el cártel de Sinaloa y el cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) por el control de una estratégica región en el estado de Chiapas, crucial para el tráfico de drogas, armas y personas.

La creciente violencia en esta zona ha llevado a un aumento significativo en asesinatos, secuestros, extorsiones y actos de terror, lo que a su vez ha resultado en el desplazamiento forzado de miles de habitantes de los municipios chiapanecos de Frontera Comalapa, Amatenango de la Frontera, Siltepec, Motozintla, Chicomuselo y La Trinitaria.

El CJNG ha ampliado su ofensiva al aliarse con dos organizaciones armadas: «Los Huistas», procedentes de Guatemala, y la autodenominada «Fundación Maiz», cuyo nombre significa «Mano Izquierda». Estos grupos delictivos han impuesto su dominio en la región, amenazando y forzando a los habitantes locales a participar en movilizaciones y pagar extorsiones. Aquellos que se oponen a sus demandas enfrentan un sombrío destino de exilio forzado o incluso asesinato.

Este conflicto en la frontera sur de México revela la urgente necesidad de abordar las causas subyacentes de la violencia y el desplazamiento forzado en la región. Además, pone de manifiesto los desafíos que enfrenta el gobierno mexicano en su lucha contra los cárteles de la droga y la necesidad de fortalecer la seguridad y la presencia del Estado en estas áreas afectadas. La situación actual representa una grave crisis humanitaria que requiere una respuesta coordinada y eficaz por parte de las autoridades y la sociedad en su conjunto.

Disputa entre grupos criminales en Chiapas provoca desabasto y desplazamiento forzado

La violencia desatada en el municipio de Frontera Comalapa, en Chiapas, debido a la feroz disputa territorial entre facciones rivales del crimen organizado, ha generado consecuencias devastadoras en la región, incluyendo el desplazamiento forzado de residentes y la escasez de productos básicos en al menos cuatro municipios.

El conflicto está centrado en la confrontación entre el grupo criminal conocido como «Fundación Maiz,» que tiene vínculos con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), y el Cártel de Sinaloa, por el control de la región fronteriza de Chiapas, que colinda con Guatemala.

Imágenes impactantes circulan en redes sociales, mostrando el momento en que miembros del grupo criminal Fundación Maiz asesinan a tres hombres, mientras uno de los agresores amenaza con matar a los miembros del cártel contrario que se encuentren en la localidad de Motozintla.

La violencia ha sumido a la región en el terror durante al menos dos años, dejando un rastro de desapariciones, secuestros, despojos y asesinatos. Además, ha forzado el desplazamiento y reclutamiento forzado de personas.

Actualmente, la cabecera municipal de Frontera Comalapa está bajo el control de la Fundación Maiz, que ha establecido retenes en la localidad para controlar el acceso y salida de personas.

La población en la zona ha experimentado un grave desabasto de productos básicos, incluyendo gasolina, gas LP y alimentos. Las tiendas de abarrotes se están quedando sin productos, el mercado local ya no cuenta con elementos esenciales para la subsistencia.

Los residentes, atrapados por el temor y la falta de acción por parte de las autoridades, han pedido ayuda durante meses, sin obtener una respuesta adecuada.

Esta ola de violencia y desabasto afecta a los municipios de Amatenango de la Frontera, Chicomuselo, Mazapa de Madero y Motozintla, donde incluso la tienda de autoservicio Bodega Aurrerá anunció su cierre temporal debido a la escasez de productos.

La situación en Chiapas es un triste recordatorio de la violencia y el caos que pueden generar las disputas entre grupos criminales, dejando a la población vulnerable y desesperada por una respuesta efectiva de las autoridades.

Exalcalde de San Cristóbal de las Casas Detenido como Líder de «Los Motonetos»

La Fiscalía General del Estado de Chiapas ha anunciado la detención de Marco Cancino, exalcalde de San Cristóbal de las Casas, quien enfrenta acusaciones relacionadas con atentados contra la paz y disturbios en la región.

Marco Cancino, quien gobernó San Cristóbal de las Casas de 2015 a 2018 por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), fue arrestado como parte de una operación policial dirigida a desmantelar la organización criminal conocida como «Los Motonetos». Esta banda delictiva ha estado involucrada en actos violentos y disturbios que han afectado gravemente la paz y la seguridad en San Cristóbal de las Casas y sus alrededores en los últimos meses, perjudicando a la población local y a empresarios de la zona.

Las autoridades señalan a Marco Cancino como el presunto líder intelectual de esta peligrosa banda delictiva, que ha sido responsable de numerosos actos violentos y disturbios que han perturbado la paz en San Cristóbal de las Casas y sus alrededores, específicamente en la comunidad de San Antonio del Monte, perteneciente al municipio.

La fiscalía informó que, según la investigación en curso, el pasado 21 de agosto de 2023, el imputado habría encabezado, junto con otros individuos, una serie de actos que perturbaron la paz en la mencionada comunidad, provocando situaciones que llevaron a la desestabilización en la zona norte de San Cristóbal de las Casas.

La detención de Marco Cancino tuvo lugar en el crucero de San Pablo de San Cristóbal de las Casas y posteriormente fue presentado ante el juez de control para determinar su situación jurídica.

«Los Motonetos» es un grupo criminal compuesto en su mayoría por personas indígenas originarias de San Juan Chamula, que se dedica a actividades delictivas como el narcomenudeo y homicidios. Surgieron en 2016 como un grupo de choque creado por las autoridades para controlar el ambulantaje. Desde entonces, San Cristóbal de las Casas se convirtió en su principal área de operaciones, donde compiten con otros grupos por el control de la venta de drogas. «Los Motonetos» están conformados principalmente por jóvenes desempleados que optan por la delincuencia organizada y se utilizan como grupos de choque por la clase política local. Aunque no se dispone de información oficial sobre su origen o estructura, se han identificado al menos cinco agrupaciones conocidas como «Los Torres», «Los Vans», «ZN», «Élite» y «Los Patos», siendo estos últimos conocidos por desplazarse en taxis mientras actúan como pandillas.