Irma Leticia González se reúne con empresarios de FlixBus para fortalecer la conectividad y la movilidad en Guanajuato

León, Gto. – La titular del Centro SICT Guanajuato, Mtra. Irma Leticia González Sánchez, sostuvo una reunión con representantes de FlixBus, empresa líder internacional en transporte terrestre, con el objetivo de explorar nuevas oportunidades de colaboración que impulsen la conectividad regional y la movilidad sustentable en el estado.

El encuentro, realizado en la ciudad de León, se centró en temas clave como la modernización del transporte interurbano, la mejora de la infraestructura carretera y ferroviaria, así como la posibilidad de ampliar rutas estratégicas que faciliten la movilidad de miles de usuarios en el Bajío.

Durante la reunión, Irma Leticia González subrayó la importancia de fortalecer la coordinación entre el Gobierno de México, el sector privado y los gobiernos municipales, con el fin de consolidar un sistema de transporte más eficiente, seguro y con visión de sostenibilidad.

Por su parte, los directivos de FlixBus expresaron su interés en seguir invirtiendo en México, destacando que Guanajuato es un punto estratégico para la movilidad nacional por su ubicación privilegiada y su creciente dinamismo económico.

“Guanajuato es un eje fundamental para la conectividad del país; desde la SICT impulsamos proyectos que generen desarrollo económico y movilidad segura y sustentable para las y los ciudadanos”, señaló la titular federal.

La reunión forma parte de las acciones permanentes del Centro SICT Guanajuato para fortalecer la colaboración entre sector público y privado, impulsando proyectos de infraestructura y transporte que contribuyan al crecimiento económico y al bienestar social del estado.

CONAGUA desmiente que el Acueducto Solís–León quite agua a comunidades: “Es totalmente falso”

Durante su conferencia, la presidenta fue cuestionada sobre las inconformidades de pobladores de comunidades cercanas al Acueducto Solís–León, quienes temen que el proyecto desvíe agua destinada para su uso hacia otras ciudades del estado.
Ante estos señalamientos, el titular de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) fue categórico: “Es totalmente falso que se vaya a quitar agua a las comunidades”, y aseguró que alrededor del proyecto se han generado campañas de desinformación.
El proyecto recuperará agua, no la quitará
De acuerdo con CONAGUA, el acueducto está asociado a un proceso de recuperación de agua en el Distrito de Riego 011, donde se estima rescatar:
•300 millones de metros cúbicos de agua,
•De los cuales 120 millones serán destinados para dotar de agua potable a cinco municipios de Guanajuato.
El funcionario explicó que esta recuperación será posible gracias a la tecnificación del campo, lo que permitirá usar el recurso hídrico de manera más eficiente, sin afectar a productores ni a comunidades.
No se extraerá agua de la presa Solís–León
Otro de los puntos aclarados fue el rumor de que el acueducto restaría agua a la presa Solís–León. CONAGUA insistió en que esto no ocurrirá, e indicó que se utiliza una fórmula de distribución que reparte el líquido a toda la cuenca al término de cada temporada de lluvias.
Obras complementarias en 10 municipios
La dependencia también informó que el proyecto incluye infraestructura paralela en diversos municipios. Entre las obras destacan:
•Tecnificación de más de 6 mil hectáreas agrícolas en Acámbaro,
•Entubamiento de canales que actualmente generan contaminación en ríos y cauces,
•Acciones de mejora y ampliación en sistemas de agua potable en 10 municipios del estado.
Un proyecto hídrico integral para Guanajuato
CONAGUA subrayó que el objetivo del Acueducto Solís–León es mejorar la gestión del agua en la región, reducir pérdidas, modernizar el uso agrícola y garantizar abasto a zonas urbanas sin afectar a las comunidades rurales.

La narrativa del eterno culpable: ¡Todo es culpa de Calderón!

Mario Felipe Cervantes Villegas

En México, pocos discursos han sido tan rentables políticamente como el de culpar al pasado. Desde que Andrés Manuel López Obrador llegó al poder en 2018, convirtió a Felipe Calderón en el tótem indispensable para justificar cada falla propia. Inseguridad, corrupción, violencia, crisis institucional: todo tiene un solo origen, según la versión oficial.

Lo que pudo ser una revisión histórica legítima terminó convertido en una coartada permanente. Y lo más preocupante: ya con Claudia Sheinbaum en la presidencia, esa narrativa no solo continúa, sino que se radicaliza. El país arde en múltiples crisis, pero el guion del lopezobradorismo sigue siendo el mismo: gobernar señalando hacia atrás.

La estrategia del pasado como escudo del presente

Durante seis años, López Obrador repitió —frente a cualquier cuestionamiento— que la culpa era de Calderón. La violencia histórica, la captura criminal de regiones enteras, el estancamiento económico, el colapso de la salud pública, la militarización… nada tenía que ver con decisiones actuales. Todo era obra del enemigo sexenal favorito.

Hoy, con Sheinbaum, ese reflejo automático se mantiene intacto. A cada falla, la misma respuesta: “Es herencia del pasado, del calderonismo”. Es una narrativa diseñada para no asumir costos, para trasladar culpas, para esquivar responsabilidades.

El absurdo llega al extremo: ahora hasta Carlos Manzo es culpa de Calderón

La tragedia del asesinato de Carlos Manzo reveló el nivel de desgaste, pero también de delirio narrativo, al que ha llegado el discurso oficialista.
En lugar de reconocer un país donde el crimen tiene presencia territorial, logística y política, donde las instituciones de seguridad han sido debilitadas por decisiones actuales, el gobierno y sus voceros intentaron acomodar el hecho dentro del mismo libreto de siempre: es culpa del pasado, es culpa de Calderón, es culpa de la “guerra” de hace más de doce años.

La pregunta es inevitable:
¿Cuántos sexenios más seguirán culpando a Calderón para no aceptar la realidad actual del país?

Es grotesco, pero revela algo profundo: el lopezobradorismo no sabe gobernar sin tener un villano fijo. No puede procesar sus fallas si no es a través de un enemigo que ya ni siquiera participa en la política nacional. La narrativa ya no es solo cansada; es irresponsable.

Sheinbaum: continuidad sin matices

Sheinbaum recibió un país herido, una violencia desbordada, un estado desmantelado y un gobierno que durante seis años puso ideología donde debía haber técnica. Pero en lugar de marcar distancia, profundiza el mismo discurso. Prefiere hablar de lo que ocurrió hace 12 años que enfrentar lo que está ocurriendo hoy.

Y mientras tanto, la violencia sigue cobrando vidas, la delincuencia se fortalece, los territorios se disputan a balazos, y las instituciones civiles están subordinadas a una lógica militar.

Sin autocrítica no hay corrección. Sin asumir responsabilidad no hay gobierno.

El desgaste de un relato que ya no convence a nadie

La sociedad mexicana no es ingenua. Sabe que Calderón no gobierna hace más de una década. Sabe que Morena controla el país, el Congreso y la mayoría de los estados. Sabe que la violencia, la economía estancada, el sistema de salud colapsado y la inseguridad cotidiana no son fantasmas del pasado, sino consecuencias del presente.

El discurso oficial se degrada porque la gente vive una realidad distinta a la que le narran desde el poder.

Un gobierno que sigue actuando como oposición

El mayor fracaso del lopezobradorismo es gobernar como si todavía estuviera en campaña. La narrativa del enemigo eterno les sirve políticamente, pero no sirve para gobernar.

Mientras culpan a Calderón, el país vive:
•⁠ ⁠récord de homicidios,
•⁠ ⁠expansión del crimen organizado,
•⁠ ⁠caída en calidad educativa,
•⁠ ⁠parálisis en inversión,
•⁠ ⁠precariedad laboral y económica.

México necesita soluciones, no fantasmas.

Conclusión: mirar hacia atrás mientras el país se cae hacia adelante

Si Claudia Sheinbaum insiste en seguir gobernando desde la nostalgia del agravio, terminará repitiendo el mayor error del sexenio anterior: renunciar a asumir responsabilidad.

Hay momentos en la historia en que el poder se define por la valentía de mirar hacia el frente. Hoy, el gobierno federal prefiere mirar doce años atrás. Y mientras ellos se obsesionan con Calderón, el país se desangra en tiempo real.

La pregunta se vuelve inevitable:
¿Cuánto tiempo más van a gobernar culpando al pasado mientras el presente se desmorona?

El precio de alzar la voz

Por Mario Felipe Cervantes Villegas

Carlos Alberto Manzo Rodríguez no murió: lo mataron.
Y lo mataron en un país donde ya no existe el Estado.

Lo asesinaron en público, frente a familias, frente a niños, frente a una ciudad que apenas intenta sobrevivir. Su ejecución en el Festival de las Velas no fue una tragedia aislada: fue un acto de dominio.
Un recordatorio de quién manda en México.

La muerte de Manzo es la radiografía más brutal del país:
un territorio lleno de sangre, sin leyes, sin gobierno, sin control y sin esperanza.

Los municipios están sitiados.
Las policías municipales, rebasadas y corrompidas.
Las estatales, paralizadas.
Las fiscalías, capturadas.
La Guardia Nacional, inútil.
Y la Federación, desaparecida.

La estrategia del Gobierno Federal no sólo falló:
condenó al país al colapso.

“Abrazos, no balazos” se convirtió en la mayor política de impunidad de nuestra historia. Una invitación abierta a que los cárteles ocuparan espacios que el Estado abandonó. Una rendición disfrazada de discurso humanista.
El resultado está frente a nosotros:
los criminales gobiernan, los ciudadanos sobreviven y los alcaldes mueren.

Carlos Manzo fue uno de los pocos que se atrevió a decirlo.
Dijo que Uruapan estaba tomado.
Dijo que el crimen tenía control total.
Dijo que el Gobierno Federal no llegaba.
Dijo que la seguridad en México era una mentira construida desde un podio.

Por eso es una situación primordial:
porque en su muerte se concentra toda la verdad que el poder intenta esconder.

Manzo murió como mueren los valientes en un México colapsado:
solo, desprotegido, ignorado y silenciado.
Lo ejecutaron los criminales, sí.
Pero lo sentenció un Gobierno Federal que decidió abandonar territorios completos.
Y lo remató MORENA, que convirtió la seguridad en propaganda.

México no está en crisis.
México está en fase terminal.

Hay regiones del país donde la ley no sirve para nada, donde las decisiones se toman a punta de fusil, donde los ciudadanos viven bajo toque de queda no declarado. Hay municipios controlados por grupos armados que cobran impuestos, dictan reglas y definen quién vive y quién muere.

Y mientras tanto, la Federación presume “estabilidad”.
MORENA presume “transformación”.
El país presume miedo, muerte y silencio.

El asesinato de Carlos Manzo es el punto de quiebre.
Es la confirmación de que el Estado de derecho ya no existe.
Es el aviso de que México ya cruzó el límite del retorno.
Es la prueba de que quienes gobiernan ya no gobiernan nada.

A Manzo lo callaron porque dijo la verdad.
A Manzo lo callaron porque denunció el abandono.
A Manzo lo callaron porque no quiso ser cómplice.
A Manzo lo callaron porque este gobierno no tolera a quien desnuda su fracaso.

En un país gobernado por el crimen, los héroes mueren.
Y en un país sin Estado, los culpables tienen fuero.

Ese es —sin máscaras, sin filtros, sin evasivas—
el verdadero precio de alzar la voz.

Con carrera trunca y sin resultados: el Diputado Local Abraham Sotomayor (Morena) intentó frenar exhorto para que la Federación pague al campo

En un momento crítico para los productores del Bajío, el diputado local de Morena, Abraham Ramos Sotomayor, quedó nuevamente en evidencia al intentar frenar un dictamen que exigía al Gobierno Federal liberar pagos atrasados del programa Precios de Garantía y corregir rezagos en el gasto agropecuario.

El dictamen, contenido en los expedientes ELD 123/LXVI-PPA y 126/LXVI-PPA, estaba dirigido exclusivamente a la Federación, a través de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) y del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA). Su objetivo era presionar al Gobierno federal para que pagara lo que adeuda a los agricultores y ejerciera de manera oportuna los recursos asignados al campo.

A pesar de ello, Abraham Ramos presentó una reserva para modificar el dictamen, lo que en los hechos significaba debilitarlo o retrasarlo. La votación fue clara: solo él y una diputada más apoyaron la reserva, mientras que la mayoría de los legisladores la rechazó. El dictamen avanzó sin sus cambios, quedando asentado que el diputado de Morena fue uno de los pocos que no respaldaron la exigencia a la Federación.

El currículum del propio legislador confirma que es pasante de la carrera de Ingeniería Agrónoma, es decir, tiene la carrera trunca. No cuenta con título profesional ni experiencia ejecutiva previa en el servicio público, un elemento que no lo descalifica como persona, pero que sí adquiere relevancia cuando se trata de intervenir en asuntos técnicos y sensibles como los que afectan al sector agrícola.

La actuación de Ramos Sotomayor se inscribe en un contexto nacional donde Morena ha reducido apoyos federales, eliminado programas históricos y debilitado la estructura de financiamiento al campo. Durante los últimos años, el sector agrícola en México ha sufrido recortes presupuestales, atrasos en pagos, desaparición de fideicomisos y falta de certidumbre para productores, lo que ha generado una crisis profunda en diversas regiones del país. La votación del diputado local reproduce esta misma lógica: cuando se trata de apoyar al campo, Morena opta por el discurso, no por los hechos.

 

Mientras el Gobierno del Estado mantiene mesas de diálogo, acompañamiento técnico y presión institucional para que la Federación cumpla con sus responsabilidades, desde Morena se enviaron señales contrarias. En lugar de fortalecer el exhorto para que se pagara a los productores, Abraham Ramos intentó modificarlo, colocándose en la minoría que no acompañó a los agricultores.

El saldo es claro: Abraham Ramos Sotomayor, diputado local de Morena y con la carrera trunca, intentó frenar un dictamen que beneficiaba directamente al campo guanajuatense. Su reserva no prosperó, pero sí dejó expuesta una doble narrativa: hablar de apoyar al campo mientras se vota en sentido contrario.

En un momento donde el campo mexicano atraviesa una de las peores crisis en décadas, la actuación del diputado de Morena se suma al largo historial de decisiones que han dejado a los productores en el abandono.

Sheinbaum niega que el Plan Hídrico de Guanajuato quite agua a Jalisco: “Es falso que se les vaya a afectar”

Durante su conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum fue cuestionada sobre la creación del Plan Hídrico en el estado de Guanajuato, iniciativa que ha generado manifestaciones y preocupación en diversas regiones del Bajío.

Al respecto, Sheinbaum rechazó que este proyecto implique retirar agua al estado de Jalisco, como han señalado algunos actores políticos y grupos inconformes. “Lo que se ha planteado sobre que se les quitará agua es falso”, afirmó de manera contundente.

Explicó que el objetivo del Plan Hídrico es optimizar el uso del recurso, mejorar su distribución y garantizar un manejo más eficiente para atender la demanda creciente de la zona. “Se trata de aprovechar el recurso de una mejor manera”, señaló la mandataria, subrayando que no habrá afectaciones a otras entidades.

El gobierno federal y el estado de Guanajuato continúan afinando detalles del proyecto, mientras que organizaciones y productores mantienen expresiones públicas en busca de mayor claridad sobre el impacto real del plan en las comunidades.

 

El costo del abandono y la oportunidad que el Bajío les grita para 2027

Las protestas agrícolas que recorren el Bajío son mucho más que un conflicto por el precio del maíz: son la factura acumulada de años de abandono al campo mexicano, abandono que se profundizó durante el sexenio de López Obrador con la destrucción de los programas, instituciones y mecanismos que daban certidumbre a la producción agrícola.

La narrativa presidencial aseguró que el campo por fin tenía un aliado en Palacio Nacional; la realidad demuestra lo contrario. Los productores fueron dejados sin herramientas, sin política pública y sin un Estado que los respaldara. Por eso hoy reclaman lo mínimo: no perder dinero por sembrar.

Ante la presión social, el gobierno federal decidió pagar el maíz por encima del precio internacional. Una solución políticamente útil para apagar el fuego inmediato, pero económicamente dañina: distorsiona el mercado, presiona la inflación y golpea la cadena alimentaria. No es culpa de los agricultores; es consecuencia directa del abandono institucional. Y las decisiones improvisadas siempre terminan saliendo más caras.

Pero quizá lo más importante de esta revuelta agrícola no está en la economía, sino en el estado emocional del país. El enojo no es solo contra Morena, aunque Morena sea el símbolo más evidente del desgaste; es un cansancio profundo hacia todos los políticos que dejaron de hacer su trabajo, que se desconectaron del territorio, que solo aparecen para la foto, que gobiernan con discursos vacíos y que creen que la gente aún se conforma con promesas gastadas.

La frustración que hoy expresan los agricultores es la misma que sienten los comerciantes abandonados, los transportistas ignorados, los profesionistas sin respaldo, los industriales sin interlocución. Es un hartazgo transversal, no partidista. No rechazan solo al partido en el poder: rechazan la clase política en su conjunto, su silencio, su inacción, su distancia y su incapacidad de dar resultados.

Y mientras el país manda señales, la oposición sigue en pausa. Dormida. Paralizada. Sin rumbo ni lectura del momento. Encerrada en pleitos internos, obsesionada con campañas de redes absurdas , como rifar iPhones para “movilizar bases” y completamente desconectada del enojo social que podría darle una oportunidad real.

Porque el Bajío les está gritando una posibilidad histórica rumbo a 2027. Guanajuato, tradicional bastión, ya no es terreno seguro para nadie. La gente está irritada, cansada del abandono de todos, no solo del partido gobernante. Si la oposición lograra sacudirse el letargo, limpiar sus viejas prácticas, trabajar el territorio de verdad y articular un mensaje serio, podría convertir este desencanto generalizado en una fuerza política real.

Falta tiempo para la Presidencia, sí, pero en México todo puede cambiar en semanas. La ventana está abierta. Lo preocupante es que pocos parecen darse cuenta.

En contraste, hubo quien sí entendió la magnitud del momento. Miguel Márquez fue uno de los principales impulsores en la defensa e interlocución con los agricultores, no para posar ante las cámaras, sino porque conoce el territorio, entiende su historia y sabe que cuando el campo protesta, protesta el país entero.

El Bajío habló.
La pregunta es si la oposición dormida, paralizada y desconectada será capaz de despertar a tiempo.

ASF exhibe posible desvíos de recursos a Claudia Silva: mucho pueblo con la Presa Solís, pero poca transparencia en Acámbaro.

Mientras presume cercanía con la gente y respalda el proyecto hídrico más grande del estado, la alcaldesa Claudia Silva enfrenta observaciones de la ASF por opacidad en el manejo de más de 81 millones de pesos federales.

La ASF detectó que el gobierno de Acámbaro no presentó tres reportes trimestrales del destino del gasto en 2022. Falta de control interno, retrasos y silencio informativo marcan la gestión de Claudia Silva, más enfocada en la foto que en la rendición de cuentas.

Por Redacción Contacto Noticias | Acámbaro, Gto.

Mucho pueblo, muchas fotos, muchos abrazos… pero poca transparencia.
La alcaldesa Claudia Silva Campos ha hecho de la cercanía su lema, presumiendo respaldo popular y protagonismo en el proyecto de la Presa Solís. Pero los informes de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) cuentan otra historia: una administración opaca, desordenada y con fallas graves en la rendición de cuentas.

Según la Cuenta Pública 2022, Acámbaro omitió entregar tres de los cuatro reportes trimestrales del destino del gasto, documentos que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) exige para saber cómo se aplican los recursos federales. En otras palabras: durante gran parte del año, el Ayuntamiento guardó silencio.

El municipio recibió más de 81 millones de pesos del Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de los Municipios (FORTAMUN), destinados a seguridad, infraestructura y servicios básicos. Pero los informes fueron entregados fuera de tiempo, y solo después de que la ASF intervino.

El órgano fiscalizador también detectó falta de control interno y promovió acciones ante el Órgano Interno de Control, que abrió el expediente P.I. 27/2023 para investigar posibles responsabilidades.

Mientras tanto, la narrativa oficial de Claudia Silva sigue girando en torno al espectáculo político: inauguraciones, discursos, selfies y frases sobre “el pueblo y la presa”. Pero los números —fríos, concretos, sin filtros de Instagram— muestran otra cosa: una gestión que maquilla su desorden con eventos y sonrisas.

Porque una cosa es posar junto al pueblo, y otra muy distinta, rendirle cuentas.
Y mientras la ASF revisa los expedientes, los acambarenses siguen esperando saber en qué se gastaron los millones que debían mejorar sus calles, su seguridad y su futuro.

En Acámbaro, el verdadero espejo del agua no será la Presa Solís: será el reflejo turbio de una administración que confunde popularidad con transparencia.

La Pancha Villa de Acámbaro y la verdad detrás de la Presa Solís

La Pancha Villa de Acámbaro y la verdad detrás de la Presa Solís

Por momentos uno pensaría que en Acámbaro ha nacido una nueva revolución. Que el pueblo se ha levantado contra el centralismo, que las banderas ondean al viento clamando justicia por el agua… pero no. Lo que hay en realidad es una alcaldesa que se cree Pancho Villa y terminó pareciéndose más a una bandida que saluda con la izquierda y cobra con la derecha.

Resulta que el proyecto del Acueducto Solís, anunciado por el Gobierno Federal y respaldado por el Gobierno del Estado, es uno de los movimientos más estratégicos para garantizar agua potable a buena parte del corredor industrial del Bajío. Todo está alineado: estudios, recursos y aval político. Sin embargo, en Acámbaro, alguien decidió montar su propia farsa revolucionaria , con discursos inflamados, sombrero moralista y la cantaleta de que “van a dejar sin agua al campo”.

No hay tal. Pero el ruido de la desinformación se volvió música de campaña para quienes viven de administrar el enojo del pueblo: MORENA

La paradoja del abandono

Mientras se grita que “defienden el agua”, en las comunidades cercanas —como Chupícuaro— no hay ni calles pavimentadas, ni drenaje digno, ni siquiera un panteón decente.
Los vecinos entierran a sus muertos entre charcos, con las botas en el lodo y la esperanza empolvada.
Y la presidenta municipal, doña Claudia Silva, en lugar de dar la cara, se da baños de pureza: culpa al Estado, se desmarca del proyecto, y cuando la cosa se complica… ¡corre a tomarse la foto en las manifestaciones!

Ahí está, con el puño en alto y el presupuesto en el bolsillo.

Entre el teatro y la traición

El libreto es digno de una tragicomedia: por las mañanas le jura lealtad a la gobernadora Libia Dennise, sonríe ante las cámaras, firma oficios y presume coordinación.
Por las tardes, susurra al oído de los inconformes que “ella no sabía nada”, que “también la engañaron”, y que “está del lado del pueblo”.
Un doble juego tan torpe como transparente.

Porque una cosa es defender causas sociales, y otra muy distinta es disfrazar la corrupción con reboso revolucionario.
Y mientras tanto, la alcaldesa administra la confusión como quien reparte agua en cubetas: solo a quien le conviene, solo cuando hay prensa cerca.

La revolución que no fue

Claudia Silva se vende como la heroína de la resistencia rural, pero su revolución no tiene ideales, tiene nómina.
Y si Pancho Villa robaba trenes para repartir el botín, ella roba la confianza pública para repartir culpas.
Su “causa del agua” no busca justicia, sino protagonismo.
Su “solidaridad con el pueblo” no brota de empatía, sino de cálculo político.

Mientras el Estado y la Federación construyen un proyecto para garantizar el abasto regional, ella construye su propio mito, hecho de selfies, boletines y traiciones discretas.

Claudia Silva ha sido una pésima alcaldesa. No gobierna, administra el caos. Las comunidades siguen olvidadas, las obras no llegan y su única estrategia ha sido culpar a todos menos a sí misma.

Finalmente, a Claudia Silva le terminó saliendo lo perredista, esa vieja costumbre de la izquierda extraviada que confunde oposición con desorden; bien haría en regresar a ese partido sepultado del que nunca terminó de irse.

Tecnificación del Distrito de Riego 011 y Acueducto Solís impulsan eficiencia del agua sin afectar a productores

BOLETÍN INFORMATIVO NO. /SAMA/25

Tecnificación del distrito de riego y construcción de acueducto Solís no afectará volúmenes de agua de usuarios del distrito de riego 011 ni productores y agricultores de la región

•⁠ ⁠Trabajan por la eficiencia del agua y el progreso de las y los productores y agricultores de Guanajuato

Guanajuato, Gto a de octubre de 2025.- El Gobierno de la Gente a través de la Secretaría del Agua y Medio Ambiente trabaja de manera permanente por mejorar la calidad de vida de la gente de todos los municipios del Estado de Guanajuato.

Un ejemplo de este trabajo coordinado y en equipo es el proyecto de tecnificación del distrito de riego 011 y el acueducto Solís león que consolidará la eficiencia del agua en el campo para los productores y agricultores de esta región del Estado y con este ahorro generado de la tecnificación dotará del vital líquido a gente de los municipios de Celaya, Salamanca, Irapuato, Silao y León.

Es importante mencionar que no se estará utilizando más agua, sino que se hará un mejor uso y aprovechamiento de la misma sin afectar a ningún sector de la población.

Con la tecnificación del Distrito de Riego 011, los usuarios contarán con infraestructura moderna y eficiente que les permita mejor productividad y mayor desarrollo en sus actividades.

La tecnificación es hacer un uso eficiente del agua en el campo, a través de la incorporación de tecnologías innovadoras y la modernización de la infraestructura para su uso en la agricultura; por ejemplo, con capacitación y asistencia técnica, acciones de revestimiento en los canales y la colocación de sistemas de riego en parcelas, como el riego por goteo o aspersión.

Para la tecnificación del Distrito de Riego 011 se invertirán $6,412.2 millones de pesos y se contempla recuperar hasta 120 millones de metros cúbicos de agua. Se estará trabajando en 10,200 hectáreas y 240 kilómetros de canales en beneficio de 25 mil productores, consolidando una disminución en el consumo de agua.

Este volumen será distribuido a través de un acueducto con una longitud aproximada de 187 kilómetros, con una inversión de 15 mil millones de pesos, de los cuales la Federación aporta el 50% y el Estado la otra mitad.

El agua recuperada será entregada a los municipios de Celaya, Salamanca, Irapuato, Silao y León, cuyas fuentes de abastecimiento dependen al 100% de aguas subterráneas es decir pozos, a excepción de León que sólo un 3% se abastece de agua superficial a través de la presa el Palote.

La construcción del Acueducto y la Tecnificación del campo están técnicamente bien sustentadas, respaldadas por CONAGUA y respetan los derechos de todos los integrantes de la Cuenca.

Lo que se busca con estos proyectos que forman parte del Acuerdo Nacional por el Derecho Humano al agua y la Sustentabilidad es que la gente cuente con la mayor eficiencia con agua en cantidad, calidad y oportunidad.

La tecnificación y el acueducto Solís, es una muestra de que el Gobierno de la Gente trabaja para mejorar la calidad de vida de las familias y sobre todo cuenten con las herramientas necesarias para su progreso y beneficio.

 

El Gobierno de la Gente reafirma su compromiso de que no habrá afectaciones en los volúmenes de agua para las y los agricultores y productores, siempre habrá todo el apoyo porque son parte esencial para que a las familias de Guanajuato les vaya bien.