Ocotepec, uno de los 12 pueblos de Cuernavaca, experimentó momentos de tensión durante la noche del sábado, cuando los miembros de la Guardia Nacional ingresaron al pueblo y se vieron involucrados en un conflicto con algunos habitantes. Este incidente provocó la ira de la comunidad, que retuvo a los agentes hasta llegar a un acuerdo mediante negociaciones con autoridades militares.
Alrededor de las 21:30 horas del sábado, según testimonios de los residentes, un grupo de ocho agentes de la Guardia Nacional, incluida una mujer, ingresó al pueblo, causando daños materiales y agrediendo a tres jóvenes, así como al comandante de la ronda comunitaria, Abundio Hernández. Los residentes afirman que los agentes llegaron en estado de ebriedad y dispararon al aire.
La comunidad respondió bloqueando la carretera libre Cuernavaca-Tepoztlán, al norte de la capital, alrededor de las 22 horas. Las campanas de la iglesia sonaron, reuniendo a la gente en la zona y bloqueando las salidas, impidiendo a los agentes abandonar el lugar. La tensión aumentó cuando los guardias nacionales dispararon al aire en aproximadamente 50 ocasiones.
Jóvenes del pueblo se dispersaron, exigiendo la aparición de armas, mientras que algunas mujeres llamaron a la calma para evitar una escalada del conflicto. Una residente grabó parte de los eventos y compartió las imágenes a través de las redes sociales en la cuenta «Okotepetl es Cultura», mostrando a un hombre herido por una esquirla de bala en la parte baja de la espalda y a otra persona que sufrió golpes en la cabeza alegando que los agentes los golpearon bajo la acusación de vender drogas.
Finalmente, la comunidad retuvo a ocho agentes de la Guardia Nacional, incluida una mujer, y los llevó a la Ayudantía Municipal. A pesar de la llegada de más elementos, los pobladores los replegaron a una calle cercana que conecta con la vía federal Paso Exprés, donde se llevaron a cabo negociaciones verbales. La tensión disminuyó gradualmente.
Ocotepec, uno de los 12 pueblos de Morelos, junto con Ahuatepec, es una de las dos comunidades que se rige por usos y costumbres, contando con una «ronda comunitaria» que ejerce funciones policiales, elegida por el pueblo. Sin embargo, este grupo ha sido objeto de acusaciones de abuso y violación de derechos humanos en varias ocasiones.
La relación entre la comunidad y las fuerzas de seguridad externas al pueblo es compleja. Aunque no es la primera vez que la población retiene a agentes de seguridad, este incidente posiblemente marca la primera vez que se enfrentan a la Guardia Nacional desde su creación. En el pasado, también han retenido a miembros del Ejército Mexicano y han encarcelado a policías de Cuernavaca en la Ayudantía Municipal en varias ocasiones.
Aproximadamente a la 1 de la mañana del domingo, la situación se resolvió cuando el general brigadier Antonio Ramírez Escobedo, jefe de la 24ª Zona Militar con sede en Cuernavaca, llegó a la comunidad y se inició una negociación en la que participaron los líderes de la ronda comunitaria y el ayudante municipal Jorge Zamorano Díaz. Finalmente, se anunciaron los acuerdos en una asamblea.
Los acuerdos incluyeron la prohibición temporal de la entrada de agentes de la Guardia Nacional y del Ejército Mexicano a los pueblos de Ocotepec y Ahuatepec sin el permiso de los respectivos ayudantes municipales, así como la realización de mesas de negociación para establecer un convenio de colaboración.
También se acordó que el general Ramírez Escobedo garantizará que no haya represalias por parte de agentes federales o militares contra los habitantes de ambas comunidades. Además, el Ejército asumió la responsabilidad de reparar los daños causados a vehículos y mobiliario del pueblo durante la incursión de la Guardia Nacional, así como de cubrir los gastos médicos de las personas lesionadas.
Los acuerdos fueron formalizados en el lugar con la firma del general Antonio Ramírez Escobedo y el ayudante municipal Jorge Zamorano Díaz, ante una multitud de personas reunidas en la explanada de la Ayudantía Municipal pasadas las 2 de la mañana del domingo, devolviendo la paz a la comunidad. Al parecer, ninguna autoridad municipal o estatal intervino en el proceso, dejando prácticamente a la comunidad sola en esta situación.